Un nuevo refuerzo, adquirido de segunda mano, para la colección de Carnevale, Se trata de ElDuque, un personaje independiente, es decir un habitante concreto de Venecia que no milita en ninguna facción pero que puede formar parte de cualquier banda a un coste variable. Además es uno de los conocidos como Dotados dado que a sus grandes habilidades se unen poderes sobrenaturales, lo que le convierte en una mezcla de espadachín y el Rondador Nocturno de la Patrulla X.
Después de jugar Asylum, la misión de Time Stories que viene en la caja base del juego, nos habíamos quedado con ganas de mas viajes en el tiempo, así que no dudamos en adquirir, a pesar de la mala relación entre horas de juego jugadas por euro gastado, una de las primeras aventuras aparecidas en castellano: Profecía de Dragones.
Este escenario no solo rubrica la originalidad de Time Stories sino que además demuestra las posibilidades que tiene. No solo nos hace viajar en el tiempo, de hecho nos introduce de lleno en una aventura de espada y brujería al mas puro estilo Dungeons & Dragons. Una pasada.
Mas mejora de personaje, mas combate, mas trasfondo, menos rompecabezas y menos investigación que en Aylum... y por supuesto mucho mazmorreo. No creo que el Caso Marcy tarde en caer.
Después de empollarme el juego a fondo, preparar escenografía, pintar tres bandas, jugar unas partidas y estudiar el futuro que le depara ha llegado la hora de realizar una reseña en profundidad de lo que a fecha de hoy es Carnevale, el juego narrativo de miniaturas:
Recientemente me he hecho con un manual de Frostgrave, un wargame medieval fantástico de escaramuzas entre bandas.
La temática se puede definir como un cruce entre el celebre Mordheim, juego de escaramuzas medievales de Games Workshop, y el juego de rol Ars Magica. Y es que en Frostgrave cada jugador va a construir una banda en torno a un mago (de una de las diez escuelas de magia) y su aprendiz, los cuales se han desplazado a las ruinas de Felstad, antigua capital de un reino de magos y que actualmente está superando una glaciación mágica acaecida hace siglos, para saquear sus tesoros. No resulta tan importante ganar las partidas como sobrevivir a ellas y gestionar el tesoro obtenido dado que el modo campaña en el que el mago evoluciona y su banda con el es lo que da pleno sentido al juego.
Jugar a Frostgrave es económico, dado que el manual no es caro y podemos usar cualquier puñado de miniaturas medievales que tuviésemos anteriormente. Además es rápido de aprender y jugar dado que el diseño a primado sobre todas las cosas la simplicidad. Tal vez demasiado. Todavía no he jugado pero durante su lectura he detectado muchos chirridos en sus mecánicas, cosas que no me han gustado aunque eso no implica que funcionen mal. Lo analizo en el siguiente video:
