Recientemente ha caído en nuestras manos The Faceless, un juego exótico, uno de esos procedentes del mecenazgo, diseñado por una compañía novel, que probablemente no se vean en las estanterías de las tiendas y que rebosa originalidad.
Su carácter excepcional reside fundamentalmente en su mecánica de juego, probablemente nunca vista. Y es que la pandilla de amigos del Clan de Elm Street se va atener que adentrar en Duskworld para salvar a su amigo Ethan de las garras del perfido Billygoat. Para tal empeño contarán con la ayuda de una brújula mágica, que representa la posición del grupo en el tablero, y cuya aguja será manipulada, para bien o para mal, por los imanes colocados en las bases del propio Billygoat y de los tres Sin Rostro que nos ayudan.
La originalidad del juego además va acompañada de unas calidades soberbias en todos sus componentes. Veamos que hay dentro de la caja:
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